En su tercera encuesta de 2021 sobre los resultados y las perspectivas semestrales del sector, el Índice de Confianza de Transporte y Logística (ICTYL) reveló que las empresas enfrentaron un incremento de costos de transporte logístico durante el tercer trimestre de 2021 (3T21).
Esta alza de costos responde a las interrupciones sin precedentes provocadas por el Covid-19. Para el 4T21, los encuestados esperaban que:
- Los costos de transporte logístico siguieran incrementando (78.6%).
- Los precios por servicios aumentarían (50%).
- Las tarifas de los servicios se mantendrían (43%).
- Los precios por servicio bajarían (7%).
Hasta enero de 2022, los analistas se mostraban de acuerdo en que la mayoría de los precios para el transporte logístico se mantendrían altos al menos hasta el primer semestre del año. Se esperaba, sin embargo, una posterior disminución en los costos a partir del segundo semestre.
Estos pronósticos iniciales no contaban con dos factores que ya han tenido repercusiones en la volatilidad de los precios del transporte: la invasión de Rusia a Ucrania y el repunte de casos de infecciones por Covid-19 en China.
Transporte logístico, ante una nueva disrupción
El 24 de febrero de 2022, tras varias semanas de tensiones políticas internacionales, el gobierno de Rusia inició una escalada militar en Ucrania.
Además de los costos humanos que el conflicto ha dejado, el sector del transporte ha sido uno de los más golpeados debido al repentino aumento en los costos del gas natural y el petróleo.
Este último aumento se ha traducido en tarifas más altas para el diésel, el combustible indispensable para los camiones de carga.
Este rubro ya había experimentado repuntes récord durante 2021, pero las sanciones impuestas a Rusia, el tercer mayor productor de petróleo del mundo, representan una nueva estocada para los transportistas, quienes deberán encarecer aún más los envíos de mercancías nacionales e internacionales.
Impacto en el transporte marítimo internacional
La guerra afectó rápidamente los movimientos de carga por mar, ya que muchas rutas comerciales pasan por los territorios en conflicto. Estas rutas han tenido que ser desviadas ante el riesgo de que las infraestructuras de los transportistas sean atacadas.
Se trata de un escenario sumamente complicado para una industria que se recupera lentamente de los efectos de la llamada “crisis de contenedores”.
De acuerdo con un reporte de Forbes, hacia finales de 2021, el costo de los fletes marítimos se había quintuplicado en relación a los precios previos a la pandemia.
Las principales razones para las tarifas de flete históricamente altas (hasta 575% más caras en promedio para trayectos entre China y América) fueron:
- Espacio de almacenamiento limitado.
- Congestión portuaria.
- Bloqueos y cierres comerciales.
En 2022, los principales retos para los transportistas serán el aumento de los energéticos y la compleja situación geopolítica actual. Por ejemplo, varios países europeos, entre ellos España, han pedido a la Unión Europea el cierre de puertos marítimos a embarcaciones con bandera rusa.
Problemas para el transporte aéreo y ferroviario
La industria aérea mostró indicadores positivos una vez que disminuyeron las restricciones más fuertes para hacer frente al Covid-19. CLIVE Data Services advierte, sin embargo, que la guerra en Ucrania significa que el mercado de carga aérea se dirige a otro periodo de gran incertidumbre con un alza en los costos de fletes aéreos.
Rusia ha cerrado su espacio aéreo a más de 35 países, por ello, los aviones de mercancías que pasan por dicha nación tendrán que buscar nuevas rutas, lo que significa un mayor gasto de combustible para poder volar.
Las rutas ferroviarias también podrían dejar de ser una alternativa segura o asequible al transporte marítimo, debido a que los trenes de China a Europa suelen transitar por territorio ruso.
El riesgo, advierten los analistas, es que la guerra pueda extenderse desde Ucrania hasta los países vecinos o que Rusia pueda detener el transporte de mercancías por ferrocarril en represalia por las acciones occidentales.
Tan sólo en 2021, 1.5 millones de contenedores marítimos de carga se enviaron por ferrocarril desde el oeste de China a Europa. Cualquier interrupción ferroviaria tendría, por lo tanto, un impacto dramático adicional en los precios de fletes en el océano europeo y en la capacidad disponible.
Fuente: https://thelogisticsworld.com.mx
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