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Congreso de Colima va por eliminar fulles; estrangularía puerto de Manzanillo

Colima se suma a los estados de la República Mexicana que pretende eliminar la circulación de los tractocamiones doblemente articulados, denominados fulles, no sólo en su territorio, sino en todo el país. El diputado local Guillermo Toscano Reyes, presidente de la Comisión de Gobierno Interno y Acuerdos Parlamentarios, propuso exhortar al Congreso de la Unión a que prohíba el uso del doble remolque en camiones de carga, lo cual fue aprobado por el Congreso de Colima.

De acuerdo con su propuesta, esto surge para evitar que se sigan incrementando los accidentes mortales en las carreteras de México, por lo que busca analizar la legislación en la materia y no se permita la circulación de fulles debido “al peligro que representan para la sociedad y, además, por el alto costo que implica, para las finanzas públicas, el mantenimiento y la reparación de la infraestructura vial”.

En el punto de acuerdo, enviado a las Cámaras de Diputados y Senadores, se hace un exhorto al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Jorge Arganis Díaz-Leal, para que analice la NOM-012-SCT-2-2017 sobre el peso y dimensiones vehiculares máximas en vías de jurisdicción federal, a efecto de poder implementar políticas y acciones enfocadas a inhibir el tránsito de vehículos de carga con doble remolque.

Al respecto, Carlos Hindman, delegado de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) en Manzanillo, consideró que la medida complicaría las operaciones en el puerto y la circulación hacia el interior del país, puesto que en promedio salen del recinto portuario 2,500 fulles cargados sólo con contenedores de importación, lo cual representaría que 5,000 camiones sencillos circularan por Manzanillo y el país si es que se aprobara la prohibición de los fulles.

En entrevista con T21, detalló que el exhorto del Congreso de Colima debería realizarse más bien en el sentido de que se incremente la inversión en infraestructura carretera en el estado, toda vez que, desde 2017, el mantenimiento de las vialidades se ha reducido drásticamente y éstas se encuentran ya deterioradas, de acuerdo con estudios de Canacar.

Lo anterior a raíz de que el exhorto del diputado Toscano Reyes estipula que “las vialidades del país han demostrado que están obsoletas para permitir la circulación de este tipo de vehículos, dado que ponen en riesgo la vida de los demás conductores y provocan cuantiosos daños a la infraestructura vial.

El legislador puntualizó que el puerto de Manzanillo genera una importante afluencia vehicular, la cual denota que las vialidades se encuentran rebasadas, “las indicaciones viales y vigilancia de las autoridades no está siendo las más adecuadas; hay incapacidad en las vialidades de nuestro estado para albergar el tránsito de vehículos de carga de doble remolque, y a su vez, demuestra que estos vehículos no deben circular con el tránsito ligero, particularmente en las horas pico”.

Sin embargo, datos del Instituto Mexicano del Transporte (IMT) señalan que entre 2014 y 2018 la tasa promedio anual de crecimiento del autotransporte en el puerto de Manzanillo fue de 12%, mientras que el transporte intermodal (contenedores por ferrocarril) decreció 2%, lo que se traduce en que el puerto requiere cada vez más camiones full para movilizar mercancías, sobre todo contenedores y vehículos. Sólo en 2019 el puerto de Manzanillo operó 7.1 millones de contenedores de 20 pies (TEU), de los cuales, 1.5 millones de TEU fueron de importación.

Los análisis realizados por Carlos Martner Peyrelongue, coordinador de Transporte Integrado y Logística del IMT, dan cuenta que, para el autotransporte relacionado con los puertos, los fulles son prácticamente la unidad de medida, pues van desde un 67 y hasta más de 80% dependiendo el puerto. De acuerdo con Carlos Hindman, en Manzanillo casi la totalidad del desalojo de contenedores del puerto es en full.

En tanto, las investigaciones de Martner sostienen que es más económico mover contenedores en fulles que en camiones sencillos, puesto que, respecto de los costos de operación vehicular por contenedor de 40 pies (FEU) se incrementarían entre 67 y 77% si se desplazaran en sencillos; mientras que el consumo de diésel se elevaría un 53% por TEU, con el consecuente incremento de emisiones contaminantes.

Bajo este escenario, Carlos Hindman enfatizó en que el exhorto del Congreso de Colima no abona a la competitividad del puerto de Manzanillo, luego del impacto que ha sufrido derivado de la pandemia por COVID-19 y la crisis económica mundial, donde toda la comunidad logística apuesta por la continuidad de los negocios portuarios. Entre enero y octubre de 2020, el puerto mantiene una baja de 7.5% sólo en movimiento de contenedores, con la operación de 2,393,290 TEU.

Fuente: http://t21.com.mx

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