La recuperación de la economía mexicana ha sido impulsada principalmente por la reactivación del comercio con los Estados Unidos, economía que ha mantenido gran dinamismo, con crecimiento anualizado superior al 6.0% en los primeros meses de 2021, por lo que consideramos que en el corto plazo el país podrá recuperar y superar sus niveles previos a la pandemia.
De enero a julio de 2021, el 81.39% de las exportaciones no petroleras de México se destinó a los Estados Unidos, constituyéndose así el comercio exterior como el motor de la economía mexicana; en ese período, México fue el principal socio comercial de los Estados Unidos.
De los 276,994 mdd que exportó México durante los primeros siete meses de 2021, el 81.39% tuvo como destino los Estados Unidos, alrededor de 225,445 mdd.
Comercio exterior
El 25.59%, cerca de 70, 883 millones de dólares fueron exportaciones del sector automotriz, sector con gran capacidad de encadenamiento en el centro y en el norte del país. Sólo el 5.27%, alrededor de 15,000 millones de dólares de las exportaciones automotrices se destinó al Resto del Mundo.
“Gracias al dinamismo de la economía de los Estados Unidos y a la continuidad de las exportaciones, México retomó los volúmenes de importación y exportación de 2019. “Si las exportaciones continúan al ritmo actual, un promedio de 38,000 mdd por mes, para finales del año vamos a alcanzar la cifra de exportación que teníamos antes de la pandemia”.
Lograr los números previos a la pandemia, estará condicionado a que no haya nuevos cierres de empresas o de la frontera, producto de la expansión del Covid-19 y sus variantes o por medidas de retaliación estadounidenses, ante el sesgo de la política exterior de México.
Aunque el comercio exterior lo realizan las empresas privadas, las actitudes de los Gobiernos y de sus funcionarios, pueden pesar en el ánimo de sus directivos y tener efectos negativos en la inversión, en la producción, en la generación de empleo y en los ingresos de divisas.
Economía
La inserción internacional determina la tasa de crecimiento de la economía de un país; que es considerada relativamente exógena a las políticas macroeconómicas internas, de acuerdo a la teoría poskeynesiana de economía abierta; al estructuralismo latinoamericano, y al análisis histórico estructural del “sistema mundo”; donde se destaca, que la división internacional del trabajo está guiada por las Cadenas Productivas integradas a escala global, donde los Estados Nacionales; tienen poca influencia.
Existen interacciones complejas entre compradores y vendedores, que a menudo crean interdependencias, y la confianza entre las partes se vuelve importante. Los proveedores dependen transaccionalmente de compradores mucho más grandes, y se enfrentan a costos significativos si desean cambiar de socio; lo que los vuelve “cautivos” por parte de las empresas líderes.
La brecha de capacidad productiva que existe entre los proveedores locales y la que exigen las industrias de exportación; obliga a los compradores globales a invertir en ciertos proveedores para alcanzar los estándares de calidad requeridos por la competencia.
Una elevada concentración económica en el sector minorista de la cadena; que combinado con un número creciente de proveedores intensivos en mano de obra procedentes de los países en desarrollo; genera un poder de negociación asimétrico a favor de los compradores globales.
La necesidad de innovaciones específicas para algunos consumidores, junto con la tendencia creciente a reducir los costos de inventario; incentiva las relaciones cautivas para evitar las fallas productivas.
Fuente: www.eleconomista.com.mx
Imagen: https://noticiaslogisticaytransporte.com
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