En los últimos años, sino es que décadas, las actividades logísticas y de transporte han resentido la acumulación de problemas que les impiden realizar sus funciones correctamente.
Como efecto mariposa, la suma de situaciones negativas parece incontrolable y aún más cuando las políticas públicas aplicadas en distintos momentos actuales y del pasado no han mostrado resultados tangibles.
Esta situación se inserta en momentos en que el consumo tiende a presentarse a ritmos acelerados y, por ende, existe una mayor presión sobre la producción de las empresas.
“Quienes compran los productos los quieren en un tiempo más corto y a mejor precio. Eso hace que la cadena de suministro sea muy volátil y que esté sujeta a factores tan sencillos como el clima”, dijo David Martínez, General Manager Intra MX Services de Transplace, durante su participación en #DesayunandoLogística, organizado por #SoyLogístico Asociación, en esta ocasión con la temática Los desafíos de la logística mexicana, cómo entenderlos y enfrentarlos.
Aquí se habla, por ejemplo, de fenómenos medioambientales impredecibles como huracanes que afectan la infraestructura terrestre (carreteras y autopistas) o tornados que arrasan con oficinas aduaneras (como lo ocurrido en mayo de 2017 en el Puente III de Nuevo Laredo) complicando las actividades productivas, de transporte y comercio.
Pero también se presentan problemáticas sociales que inciden en las cadenas de suministro como los recientes bloqueos ferroviarios ocurridos en el estado de Michoacán, realizados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), o los bloqueos carreteros en los estados de Chiapas o Oaxaca.
Incluso se agregan situaciones de índole internacional que ponen en desbalance a las mismas cadenas: amenazas de cierre de frontera (con Estados Unidos), incrementos de tarifas arancelarias e incertidumbre por los acuerdos comerciales suscritos o negociados (caso del Tratado entre México Estados Unidos y Canadá – TMEC).
“El gran problema que tenemos, más allá del bloqueo mismo, es la total y completa pasividad de nuestras autoridades (…) no tenemos una capacidad para enfrentar una crisis de este tipo de manera total y completamente profesional y responsable”, aseguró Carlos Ortega, Director de Tráfico e Importaciones de Grupo Axo.
El directivo señaló que bajar la carga del tren y ocupar la vía carretera por autotransporte “es mandarnos a que nos roben y nos asalten, ya que estamos totalmente a merced de la delincuencia”, dijo.
El problema del robo al autotransporte, que viene presentando números al alza en los últimos años, se ha convertido en un foco de atención no sólo para los prestadores de este servicio, sino para todas las empresas que han visto cómo cada vez los asaltantes tienen una mayor experiencia en ello.
Esta última situación ha provocado que las pólizas de seguro para el autotransporte sean cada vez más escasas, costosas y difíciles de obtener porque las compañías han endurecido sus requisitos.
“Hemos tenido que hacer cambios en los envíos (vía autotransporte) como paquetes más pequeños, es decir, dividir la carga (en más viajes) por cuestión de valor”, dijo Martínez.
Así mismo, no muchas personas tienen el deseo de convertirse en un operador de un camión pesado, lo que ha provocado que en el país haya un déficit de hasta 50 mil conductores, de acuerdo con los cálculos de la Cámara Nacional del Autotransporte Terrestre (Canacar). O incluso se ha dado el caso cada vez más evidente de operadores que son contratos en Estados Unidos con mejores condiciones laborales.
INTERMODAL, UNA OPCIÓN
Oscar Contreras, Director de Cadena de Suministro de USG, productor de tablaroca, observa una clara dependencia por el uso del transporte vía carretera, mientras que se ha explorado poco opciones ferroviarias y marítimas para elaborar planes B ante contingencias que interrumpan las cadenas de suministro.
“Como empresas, y ante la necesidad de trabajar con el gobierno, creo que hemos sido tibios y nos ha faltado también exigir un poco como organización trabajar para tener una red ferroviaria mucho más amplia”, dijo.
Sin embargo, México presenta niveles de infraestructura mayores a los que se observan en otras latitudes latinoamericanas, subrayó por su parte Javier Helguera, Head of Planning and Logistics LATAM de Henkel.
Al país aún le falta avanzar en temas de infraestructura para la movilidad de mercancías si quiere llegar a los niveles de Estados Unidos u otros países desarrollados. Así mismo, también requiere de fortalecer su resiliencia (capacidad de adaptación o recuperación de un sistema), para afrontar todos los problemas que se presentan diariamente y año con año para las cadenas de suministro, de acuerdo con los especialistas logísticos.
Fuente:T21
Imagen:T21