A la baja. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, con todas sus derivaciones, está afectando al intercambio internacional de mercancías, al igual que la incertidumbre que rodea a la salida del Reino Unido de la Unión Europea o los problemas de algunas economías emergentes. Según los datos publicados ayer por la OCDE, en el segundo trimestre de este año se mantuvo la tendencia negativa en el comercio de los países del G-20, ya que las exportaciones se contrajeron un 1,9%, ahondando en la bajada que arrancó a principios del 2018. Mientras, las importaciones cayeron un 0,9% y ya encadenan nueve meses de descensos.
Los protagonistas de la disputa que enfrenta a las dos
principales potencias económicas del mundo no salen tampoco bien
parados. En especial China, que ha visto cómo el valor de sus
ventas al extranjero se redujo un 5,3% entre abril y junio, la rebaja
más acusada desde finales del 2017. Caen también las exportaciones
norteamericanas, en concreto, un 1,1%, el nivel más bajo desde
principios del 2018. Al tiempo, las importaciones aumentan de forma
marginal (0,6%, en China, y 0,3%, en EE.UU.), unos registros que
la OCDE interpreta como reflejo de una posible anticipación en ambos
países por medidas arancelarias que acabaron ejecutando desde Washington el pasado mayo –Trump decidió elevar las tasas sobre miles de productos chinos importados un 25%– y desde Pekín el
1 de junio –los aranceles pasaron de un 10% al 25% para más de 5.000
productos estadounidenses, por valor de 60.000 millones de dólares–.
En el segundo trimestre, sólo crecen las exportaciones en Australia, Canadá, México y Japón
En la misma línea evolucionan los intercambios
comerciales de la UE. La Europa de los 28 también experimentó caídas en
las exportaciones y las importaciones (-1,7% y -2,3%, respectivamente),
encadenando descensos desde principios del 2018, salvo el respiro del
primer trimestre de este año. Sin duda, marcan el paso los registros
negativos de Alemania. En la primera economía de la eurozona, las ventas
al exterior se redujeron un 3%, mientras que las compras cayeron un
1,7%.
Sobre todo el Brexit, y no la guerra comercial, está en la
raíz de las recientes dificultades de las exportaciones alemanas. Tal y
como señala Reuters, las exportaciones de productos alemanes a Estados
Unidos aumentaron entre abril y junio, mientras que las ventas al
mercado británico se contrajeron significativamente (casi un 15%).
En todo caso, desde la Oficina Federal de Estadística
(OIF) esperan que, como pasó a inicios del 2019, el tono exportador
mejore “un poco” en los meses de verano, impulsado por el efecto de
anticipación que puede beneficiar a los fabricantes germanos ante la
cada vez más cercana fecha del 31 de octubre y el aumento de las
probabilidades de que finalmente se produzca un Brexit a las bravas.
Los países de la UE están sufriendo los efectos en el
desplome de las importaciones del Reino Unido (-12,6%, en el segundo
trimestre del año), unido a la bajada también de sus exportaciones
(-7,1%). En este clima de pesimismo, las ventas fuera de productos
franceses acusaron un pequeño descenso (-0,3%), mientras que Italia
encadena el quinto trimestre consecutivo de descenso de las
importaciones y las exportaciones apenas suben una décima.
Las dificultades que atraviesa la economía argentina
también se reflejan en sus intercambios comerciales. Con la depreciación
del peso frente al dólar, las compras en otros países se redujeron un
6,4% y no fue suficiente para recuperar las exportaciones, que volvieron
a caer por segundo trimestre consecutivo. Las importaciones en Turquía
también vuelven a registros negativos (-6,4%), influidas por la pérdida
de valor de la lira frente al dólar.
Según la radiografía de la OCDE, sólo unas pocas economías del G-20 presentaron, en el periodo analizado, aumentos en el comercio de sus mercancías en el exterior: Australia (6,3%), Canadá (6,4%), México (2,4%) y Japón (0,2%).
Fuente: https://www.lavanguardia.com
Imagen: https://www.lavanguardia.com